Estados Unidos reabrió sus fronteras para los viajeros extranjeros vacunados, poniendo fin a más de 18 meses de restricciones a los viajes internacionales que separaron a las familias y le costaron a la industria mundial de viajes cientos de miles de millones de dólares en ingresos por turismo.

Antes del amanecer del lunes pasado, miles de pasajeros emocionados acudieron en masa al aeropuerto de Heathrow para tomar los primeros vuelos a Estados Unidos desde Londres. Fueron recibidos por docenas de miembros del personal de la aerolínea que sonrieron y ondearon banderas estadounidenses mientras conducían a los huéspedes hacia las áreas designadas para la documentación y los controles de seguridad.

"Nueva York, cariño, aquí vamos", gritó un pasajero mientras chocaba los cinco con un miembro del personal de Virgin Atlantic que estaba vestido como Elvis Presley. "Dios bendiga a Estados Unidos", gritó otro.

El cambio de política ha llegado a tiempo para la temporada navideña, cuando la atribulada industria del turismo espera ansiosamente una afluencia de visitantes internacionales, especialmente en los destinos populares de las grandes ciudades. Ansiosos por recuperar el tiempo perdido, los turistas que viajaban el lunes tenían itinerarios llenos, desde espectáculos de Broadway en Nueva York y días familiares en Disney World en Florida hasta noches de bingo en Arizona.

Solo en Nueva York, la ausencia de turistas en 2020 resultó en una pérdida de $ 60 mil millones en ingresos y eliminó 89,000 empleos en el comercio minorista, las artes, la cultura, los hoteles y el transporte, encontró el contralor estatal. Aunque los viajeros del extranjero representan solo una quinta parte de los visitantes de la ciudad, generan el 50 por ciento del gasto turístico de la ciudad, según NYC & Company, la agencia de promoción turística de la ciudad.

Las ciudades a lo largo de las fronteras con México y Canadá también sufrieron las restricciones, que cerraron los cruces terrestres al tráfico "no esencial" y les costaron a las empresas millones de dólares. 

Mientras un flujo constante de tráfico se abría paso a través del cruce fronterizo de San Isidro, California, entre México y los Estados Unidos el lunes por la mañana, Todd Gloria, el alcalde de San Diego, dijo: “Este es un gran día para Tijuana, por San Diego, y para toda la región binacional ”. El tráfico en la frontera canadiense fue menos intenso. Los canadienses que regresan a su país deben someterse a una costosa prueba de PCR, lo que hace que ir a los Estados Unidos para un viaje rápido de compras sea poco práctico.