Bolivia elimina visado y busca impulsar su turismo
La medida permite que ciudadanos de Estados Unidos y otros países ingresen sin trámites previos. Se apuesta a recuperar visitantes, dinamizar economías regionales y fortalecer el destino.
Bolivia modificó su política migratoria y dio paso a una apertura que impactará de forma directa en su industria turística. Desde el 1 de diciembre de 2025, ciudadanos de Estados Unidos, Israel, Corea del Sur, Sudáfrica y varios países de Europa del Este pueden ingresar sin necesidad de visado, presentando únicamente un pasaporte válido. La medida contrasta con el esquema anterior, que imponía requisitos estrictos y trámites previos que solían desalentar visitas desde mercados estratégicos. Hasta hace pocos meses, los viajeros estadounidenses debían gestionar un visado antes del ingreso, presentar reservas de hotel, demostrar fondos suficientes, exhibir itinerarios de vuelo, mostrar certificados policiales y cumplir con vacunación obligatoria. Ese conjunto de exigencias colocaba a Estados Unidos dentro del grupo más complejo en términos de acceso. La flexibilización anunciada por el Gobierno elimina esas barreras y simplifica el ingreso a un trámite básico: pasaporte con seis meses de vigencia y certificado de fiebre amarilla cuando corresponde. El Gobierno boliviano sostiene que la decisión forma parte de una estrategia para reactivar el turismo internacional, recuperar ingresos perdidos y mejorar la competitividad en la región. Proyecciones oficiales indican que la apertura podría generar hasta 320 millones de dólares en ingresos turísticos entre 2026 y 2029. Se trata, según explican autoridades del área, de una oportunidad para volver a posicionar al país en un mercado global donde la facilidad de ingreso influye en la elección del destino. Bolivia continúa siendo para muchos viajeros un territorio con atractivos aún poco explorados. Sus paisajes andinos, la amplitud del Salar de Uyuni, la diversidad cultural de sus comunidades y la región amazónica conforman una oferta que suele destacarse entre quienes buscan naturaleza, historia y experiencias alejadas de los circuitos más concurridos. Con la eliminación del visado, estas posibilidades se vuelven más accesibles y podrían ampliar el número de visitantes que incluyen al país en sus itinerarios. El impacto esperado alcanza a toda la cadena turística: hoteles, agencias de viaje, servicios de transporte, operadores de ecoturismo y emprendimientos locales. La dificultad de trámites era mencionada por el sector como un obstáculo recurrente al momento de captar turistas estadounidenses, uno de los mercados con mayor gasto promedio. Con el nuevo escenario, se espera un incremento en consultas, reservas y proyectos que generen empleo y movilicen las economías regionales. El Gobierno encabezado por Rodrigo Paz sostiene que esta apertura también envía un mensaje político y económico. Según señaló, las restricciones vigentes en años previos respondían a decisiones que consideró “ideológicas y antieconómicas”, y que habían debilitado la imagen del país como destino accesible. Al revertir esa política, Bolivia busca mostrarse como un país dispuesto a integrarse, atraer visitantes y competir en igualdad de condiciones con otros destinos sudamericanos. La medida abre además la puerta a un perfil más amplio de viajero. Las visitas de último momento, las rutas combinadas entre distintos paisajes y los viajes de baja planificación se vuelven más viables sin la necesidad de obtener visados. Esto podría atraer a mochileros, turistas de aventura, amantes de la naturaleza y viajeros interesados en la vida cultural local. Para muchos, la posibilidad de ingresar sin trámites extensos puede definir la elección del destino. Más allá del aumento previsto en ingresos y reservas, el cambio representa un esfuerzo por reposicionar a Bolivia en el mapa turístico internacional. La accesibilidad, la variedad de paisajes y la riqueza cultural constituyen una oferta que el país busca potenciar con políticas que eliminen obstáculos administrativos. Este nuevo marco migratorio funciona como una invitación para redescubrir un destino que aspira a ganar presencia en el mercado global de los próximos años.
