En el año 813 fue descubierta en Galicia la tumba del apóstol Santiago, uno de los más importantes hallazgos de la Edad Media. Prontamente la noticia fue conocida por el mundo, construyéndose ahí una iglesia para preservar la tumba y levantándose a su alrededor una ciudad llamada Santiago de Compostela, comenzando de esa manera el culto al apóstol.  

La noticia sobre el descubrimiento de los restos de Santiago llamó la atención de los cristianos, reuniendo a peregrinos de todas partes de Europa que comenzaron a visitarla, de esta manera la ruta a Santiago se convirtió en una de las más transitadas e importantes del viejo continente. 

Recorrer el Camino de Santiago, significa para muchos realizar un apasionante e inolvidable viaje espiritual de conocimiento consigo mismo. Recorriendo a través de diferentes itinerarios el norte de España, atravesando distintas geografías, pasando por pequeños pueblos, grandes ciudades rodeados todos por hermosos paisajes, hasta llegar a la famosa tumba. En 1993 esta “red de caminos”, fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. 

A través de los años, las razones y la forma de recorrer la ruta fue cambiando, antiguamente se realizaba solo a pie y la fe religiosa era el motivo principal para alcanzar la meta. A pesar de ello, la magia y lo que inspira el Camino de Santiago, sigue existiendo, creando a su paso lugares que guardan la historia y la cultura del pueblo español. 

La llegada de peregrinos de distintas latitudes hizo que Santiago tuviera diferentes rutas para llegar a él, por eso se habla de una “red de caminos”, todos recorren espacios naturales, paisajes llenos de contrastes, bosques, montañas, costa y llanuras, uniendo la riqueza cultural con la turística. Los peregrinos pueden elegir cualquiera de las rutas que llegan a Santiago, tomar la ruta desde cualquier punto, recorrer lo que ellos quieran durante el día, no es obligación hacerlas de principio a fin. 

Tal como dice su nombre, es la ruta que viene desde los Pirineos, que tiene dos variantes según la entrada que se tome: Roncesvalles por Navarra o Somport en Aragón. Para llegar a Galicia, ambas pasan por La Rioja y Castilla, ciudades y pueblos que cuentan con una basta historia y un importante legado artístico y cultural. Se dice que el Camino Francés es además la ruta más transitada de todas y en donde se unen las otras para entrar a Santiago. 

La ruta se divide en 37 etapas para caminar o pedalear o cabalgar diariamente, así que varía en la capacidad física de cada peregrino cuánto tardará en llegar a Santiago. La mayoría realiza entre 20 y 25 kms diarios para recorrer poco más de 800 kms. Durante el 2017, fueron 180.738, un 60,04% del total de peregrinos que recorrieron el Camino Francés para llegar a Santiago. 

Es la segunda de las rutas más largas después de la Vía de la Plata, nace en Irun (San Sebastián) atravesando todo el norte de la Península por el País Vasco, cruzando Cantabria y Asturias. El paisaje y la geografía la hacen una ruta sin igual. Antiguamente fue el camino utilizado por reyes europeos para llegar a Santiago, porque era la ruta más segura. Esta ruta tiene 32 etapas y según las estadísticas en 2017, fue transitada por 17.836 peregrinos, que corresponden al 5,92% del total.

Es el camino que llega a Santiago desde Oviedo, pasando por el interior de Asturias y Galicia. Fue además el camino que tomó Alfonso II el Casto, en el siglo IX, para llegar hasta la recién descubierta tumba del apóstol Santiago. Cuenta con 13 etapas y enlaza con el camino Francés en Palais de Rei. Esta ruta se ha tratado de mantener en similitud a lo que había antiguamente, cruza por caminos boscosos lo que le da una impronta diferente, además cuenta con perfecta señalización. Durante el 2017 fue transitado por 13.684 peregrinos, que representan un 4,55% del total. 

Este camino varía según desde donde se comience. De Lisboa a Santiago hay 600 kms que se pueden hacer en 24 días, haciendo 25 kms diarios. Si se comienza en Oporto, son 240 kms, transitados en 10 días y desde Tui, la distancia es de 119 kms, que se recorre en 6 etapas. El camino atraviesa toda la llanura portuguesa para luego seguir por el camino del litoral. En Galicia avanza por Vigo y Pontevedra. Es la segunda ruta más transitada después del Camino Francés, durante el 2017 fue recorrido por 59.235 peregrinos, un 19,68% del total. 

Surge como una ruta alternativa al Camino Francés, nace en Ponferrada para llegar a la capital de Galicia a través del valle del río Sil, de esta manera se evita la subida a O Cebreiro. Es la ruta más gallega de todas, ya que atraviesa cuatro provincias de la comunidad autónoma: Ourense, Lugo, Pontevedra y A Coruña. Son 210 kms que se realizan en 9 etapas. Durante el 2017 fueron 526 peregrinos los que recorrieron este camino, significando un 0,17% del total. 

Su trayecto inicial se remonta a las antiguas calzadas romanas, nace en Andalucía más precisamente desde la Catedral de Sevilla. Es una ruta de gran valor patrimonial y turístico, ya que cruza cuatro comunidades autónomas y seis provincias: Andalucía, Extremadura, Castilla y León y Galicia. Son 960 kms que se pueden recorrer en 27 etapas, comenzando desde Sevilla. Según las estadísticas, durante el 2017 los peregrinos que realizaron esta ruta fueron 9.138, los que representa un 3,04% del total. 

Esta ruta es una prolongación del Camino Francés desde Santiago, antiguamente las creencias celtas y romanas decían que Finisterre era el último lugar habitado del mundo, por lo que la Costa da Morte es un lugar que cuenta con mucho misticismo. La ruta Finisterre - Murxia atrae a los peregrinos para llegar hasta una de las regiones más hermosas de España. La distancia que hay entre Santiago y Finisterre es de 99 kms, que pueden ser recorridos en 4 etapas. La cantidad de peregrinos que recorrió esta ruta fue de 665, un 0,22% del total. 

El Camino Inglés fue la antigua ruta que realizaban los peregrinos del norte y oeste de Europa que llegaban vía marítima a las costas coruñesas, con sus variantes de A Coruña o Ferrol. Supone un doble desafío para los peregrinos ya que a la aventura terrestre se le suma también el viaje por mar. El Camino Inglés solo pasa por una provincia y una comunidad autónoma, Galicia: A Coruña. Cuenta con 7 etapas que recorren 119 kms de Ferrol a Santiago y 75 kms desde A Coruña. Durante el 2017 fueron 11.321 los peregrinos que pasaron por esta ruta, un 3,76% del total.

Las motivaciones que tiene cada persona para aventurarse a desandar el Camino son variadas. Hay tantas razones como peregrinos que lo realizan y cada uno con su propio motivo. En su mayoría lo hacen movilizadas por un desafío personal, sumado a ello el interés religioso y el turístico. Muchos lo recorren en solitario, pero también otros tanto prefieren hacer el Camino en Grupo.

Junto con recorrer distintas ciudades y pueblos de España, transitar por su variada geografía, los peregrinos tendrán también la oportunidad de realizar un viaje culinario, por cada una de las provincias por las cuales pasan las rutas. En ellas tendrán la oportunidad de degustar y saborear la gastronomía española, reconocida a nivel mundial. Podrán descubrir lo que son los famosos pintxos del País Vasco, disfrutar de los platos hechos con productos del mar en Galicia o saber cómo se escancia una sidra en La Rioja. Porque cada región tiene lo suyo y el Camino no se aleja de ello, sino al contrario, acerca a participar a cada persona. 

Antes de comenzar el Camino, se aconseja asesorarse por alguna de las Agencias de Viajes especializadas que existen. Ellas podrán facilitar a cada persona a hacer del camino una aventura sin tropiezos, tener asistencia en cualquier momento, dar asesoría sobre los servicios de alojamiento y a definir el mejor momento para calzarse las zapatillas y comenzar a caminar.

Si bien la mayoría de los peregrinos deciden transitar las rutas en la temporada de verano por ser tiempo de vacaciones, no es el más aconsejable por las altas temperaturas. Lo ideal es hacerlo en los meses de abril, mayo y junio, cuando España vive su primavera, sino en octubre y noviembre, los meses de otoño. 

Antes de realizar el Camino, hay que sacar la credencial de “peregrino”, esta se obtiene en cualquier iglesia, parroquia u oficina de las Asociaciones de Amigos del Camino. Esta credencial es una suerte de pasaporte, en donde se estampan los sellos de los distintos albergues en los que el peregrino se alojó durante el recorrido. Una vez hecho el Camino, se obtiene el certificado de haberlo realizado llamado “Compostela”, para conseguirlo hay que tener en cuenta que el peregrino debe haber recorrido 100 kms a pie, 200 en bicicleta o a caballo.

Lo importante es planificar el viaje con anticipación, con días de sobra para hacerlo tranquilo, tener tiempo de conocer a otros peregrinos y lugares emblemáticos, visitar monumentos, descubrir algo de la cultura de cada pueblo o degustar sus comidas. 

Durante el 2017 el número total de peregrinos, fueron 301.036. Aventurate tú también a ser parte del Camino de Santiago.