Misiones esconde maravillas naturales y culturales a la espera de ser descubiertas por sus visitantes. La postal de las majestuosas Cataratas del Iguazú son sólo una muestra, tal vez el más importante adelanto de las maravillas que esconde la provincia. Sus interminables caminos de tierra colorada, su exuberante verde y la convivencia con la cultura nativa hacen de Misiones, un destino para visitar, recorrer y sentir.

Si bien las Cataratas del Iguazú despiertan el real interés de viajar a Misiones, existen varios otros lugares que valen la pena visitar. En Iguazú, además de sus saltos de agua, se pueden conocer otros atractivos, como el centro Güira Oga (casa de los pájaros en guaraní), sitio que además de recuperar fauna silvestre lastimada, ofrecen la oportunidad de conocer algunos de los animales nativos más representativos de la selva misionera, bajo un concepto educativo. 

Por otro lado, el complejo La Aripuca -trampa ancestral de caza de los guaraníes-, construida en tamaño gigante con troncos de árboles nativos recuperados, dan la oportunidad de conocer las especies árboles de Misiones y brindan un lugar propicio para pasar una tarde disfrutando de mates y artículos regionales.

Además, y si bien se trata de un atractivo que existe hace no mucho tiempo, una de las tres comunidades originarias que existen en Puerto Iguazú ofrecen una experiencia cultural única en el país. La Comunidad Mbya Guaraní Yryapú abre sus puertas y recibe a los visitantes que quieran conocerla, acompañados por intérpretes naturales y culturales nativos. 

El emprendimiento, manejado y gestionado por los guaraníes, ofrece un atractivo sendero en el que muestran y explican el uso y función de las trampas que ancestralmente utilizaban para cazar en el monte. Asimismo, los originarios enseñan los diversos árboles y arbustos, y en muchos casos cuentan los usos medicinales y ornamentales que a cada especie aún le siguen dando. Asimismo, cuentan con un centro de visitantes y de exposiciones, además de un centro de artesanías donde los visitantes pueden acceder a un recuerdo único.

Iguazú es el sitio del destino Misiones más conocido y reconocido por sus imponentes cataratas. Sin embargo existen otros lugares magníficos para conocer y de fácil acceso, sea en vehículo particular o en micro. Por mencionar algunos, se destacan los Saltos del Moconá, cataratas que llegan a tener hasta 10 metros de caída, formadas por un accidente geológico fuera de lo común. 

Se extienden unos 3 kilómetros sobre el río Uruguay, con la particularidad que las caídas se dan de forma longitudinal a los largo del río, donde las aguas se vuelcan sobre sí mismas. Los Saltos del Moconá están dentro del Parque Provincial Moconá, en la zona centro-este de Misiones, a unos 80 kilómetros de El Soberbio –pueblo más cercano- y a 322 de Puerto Iguazú. El Parque cuenta además con una serie de senderos y sorprendentes miradores para pasar un día inolvidable.

Los alrededores de los Saltos del Moconá cuentan con una buena oferta de alojamientos que permiten pasar una noche y descansar en marco selvático. Desde allí, además de observar y fotografiar las postales que nos ofrecen los miradores, podemos conocer el Salto Encantado, a unos 90 kilómetros de distancia. 

Dentro de otro Parque Provincial, el Salto Encantado nos ofrece una caída de agua de 60 metros de altura, con la posibilidad de observarlo y conocerlos desde diversas perspectivas, escondiendo una leyenda de amor y tragedia digna de conocer. Además del salto de agua y un parquizado acogedor, el área protegida cuenta con varios senderos que llevan hasta miradores y arroyos menores donde quienes los visitan podrán, sin ninguna restricción, refrescarse y disfrutar de una hermosa caminata y avistaje de fauna.

Una vez conocida la leyenda que encierra el Salto Encantado, y luego de tanta selva y agua, es el momento de un poco de historia. A otros 90 kilómetros de distancia, atravesando las sierras centrales de Misiones, se encuentran las Ruinas Jesuíticas de San Ignacio, una de las antiguas reducciones guaraníes más grandes de la región. 

Dentro de un enorme predio aún se conservan los muros de piedras de lo que a principios del siglo XVII formaban la reducción de San Ignacio Miní, con su iglesia, sus talleres y viviendas. La visita a este sitio, de gran contenido histórico, puede realizarse durante el día, donde los visitantes pueden recorrer libremente, o bien durante la noche, donde se ofrece un show de luces y sonido y las reducciones cobran vida, contando así la historia de su fundación, funcionamiento y destrucción en manos de los bandeirantes paulistas.

San Ignacio se encuentra a pocos kilómetros de la ciudad de Posadas, capital de Misiones, digna de ser visitada. Desde allí, luego de algunos días de recorrido, expediciones y vivencias, es un buen punto para el retorno a casa.

-Es recomendable llevar siempre a mano repelente de insectos. No olvidemos que estamos visitando ambientes selváticos y los insectos pueden ser muy molestos y arruinar nuestro paseo.

-Ropa liviana y zapatillas cómodas son recomendables siempre que emprendamos alguna visita que nos requiera largas caminatas.

-La hidratación siempre es importante y Misiones presenta generalmente temperaturas muy elevadas en verano. Por ello, no olvidemos tener con nosotros agua mineral para refrescarnos.

-En caso de viajar a Misiones en vehículo particular, debemos tener en cuenta que, si bien las rutan en buen estado, los trazados son muy sinuosos y con muchas curvas. Es por ello que es recomendable prestar atención y asegurarse buena visibilidad al sobrepasar a otros.

-Recordemos que al transitar rutas que atraviesan parques o reservas naturales existen límites de velocidad que varían entre los 60 y 80 km/h debidamente señalizados. Es importante tenerlo en cuenta ya que animales cruzan la ruta normalmente.

Por Emiliano Salvador.-