Si alguna vez te invitan a Misiones, para dormir literalmente arriba de un árbol, mirando las estrellas, no dudes tu respuesta y confirmarla enseguida. Ya que no es una falacia lo que te proponen, pues existe en Aristóbulo del Valle, capital de Saltos y Cascadas, ubicada a unos 150 kilómetros de Posadas, entre las sierras del Valle del Cuñá Pirú (que en guaraní significa mujer flaca), el exclusivo Cuña Piru Lodge, un hotel que cuenta con 20 plazas, dentro de 20 hectáreas propias de selva virgen y un pequeño arroyo que lo atraviesa, con circuitos de interpretación y una múltiple oferta de relax en cada rincón.

 

Desde el 2008, Cuña Piru Lodge ofrece cabañas rústicas, con todo el confort e innovadores diseños (dobles y cuádruples), y a partir de este año han sumado una nueva propuesta de ecoturismo que fascina a los visitantes: cabañas en los árboles. Las mismas están realizadas con el mayor lujo y confort, para que el turista pueda vivir una experiencia inigualable en contacto con la naturaleza.

Los hermanos Daniela y Diego Olivera, son los creadores de este encantador lugar que invita al descanso, el relax, la lectura, meditación, avistando aves, respirando aire puro, animadas conversaciones, caminatas por los senderos de mediana y alta complejidad, caminatas nocturnas a la luz de la luna, o bien disfrutando de un refrescante día de pileta.

Cuña Pirú Lodge, es un hotel de selva que ha sido soñado y construido por esta pareja de hermanos, ambos de profesión arquitectos, quienes nacieron en el lugar y crecieron arriba de estos hermosos y añosos árboles, siempre imaginando que alguna vez tendrían una casa colgada de un árbol, sólo para ellos. 

Y el tiempo les hizo realidad el sueño, con mucho tesón y trabajo, hoy tienen dentro del complejo, dos cabañas totalmente equipadas, arriba de los árboles, emplazadas en las 20 hectáreas de selva, ambas están a unos 8 metros de altura, son suites para dos personas (parejas) y cuentan entre otras cosas, con bañera con vista a la selva y ventanal en el techo para observar las estrellas desde la cama, además ofrecen un cómodo deck en la terraza, con un sillón para disfrutar de un rico mate en la copa de los árboles.

Cuando construyeron las cabañas, pensaron en que muchos de los turistas que los visitaban, hacían avistaje de aves, y consideraron que la altura debía ser por sobre los 7 metros. “Las cabañas están a la altura de las copas de los árboles para estar cerca de las aves, así que una está a 7,5 metros y la otra a 8,5 metros de altura. Ambas tienen habitación en suite, el baño es partimentado, donde de un lado hay una bañera con vista a la selva y del otro lado están el bidet y el inodoro, sobre la cama hay un ventanal que se puede abrir para mirar las estrellas por la noche y además hay un deck afuera, con un sillón para que la gente pueda disfrutar de un rico mate, o beber una copa de vino, en contacto con la naturaleza y con las aves de la zona”, cuenta Diego Olivera, quien además es el encargado del marketing del hotel.

 

Y agrega, “al pie de una de las cabañas pasa un arroyo y en la parte del frente de la otra, cuando llueve mucho, se puede ver un pequeña cascada, la gente que se ha quedado a dormir en estas cabañas se va fascinada, les encanta”.

"Algunas personas piensan que las casas se moverán con el viento y eso les causa un poco de temor, pero al otro día cuando se despiertan, nadie se queja, ya que su construcción está pensada para que eso no suceda", aclara, Daniela.

Si bien se distribuyen las tareas a la par, Daniela, se encarga de todo lo que es la operación diaria del hotel, las comidas, el abastecimiento del mismo, recibir y despachar turistas, las reservas, mucamas, etcétera.

Cuña Pirú, cuenta con 20 plazas, “arrancamos el emprendimiento con dos cabañas (una para 4 personas y la otra se divide en dos habitaciones dobles y dos para 4 personas, además del House o Casa Principal, que es donde se sirve el desayuno y las comidas, este último es una réplica de un “noque”, lugar donde los colonos secaban la yerba y el tabaco. “Para realizarlo, buscamos materiales para que resultara una réplica tal cual, y lo logramos, además cuenta con detalles de la época, siempre manteniendo el confort para los visitantes”. “El techo de la casa es de tejas de madera, cortadas y puestas encimadas en capas de tres, una sobre la otra, de tal manera que no se mueven y no pasa el agua, ni tampoco el calor”, agrega Daniela.

Cabe destacar que la casa, cuenta con una gran biblioteca para no aburrir a nadie, libros sobre Misiones, su historia, sus pueblos originarios, los primeros inmigrantes, su flora y fauna, más muchos otras novelas, incluso en otros idiomas, que dan ganas de leerlos sentado en la galería viendo la lluvia caer. También cuentan con juegos de mesa, para que nadie se aburra.

La ambientación es muy simple, pero a la vez muy cálida. A la madera de la casa, la adornan bellos cuadros con fotografías, plantas, canastos con deliciosas frutas y grandes floreros con flores exóticas, que llenan de color el espacio, junto a algunos móviles que se mecen al compás del viento, dándonos la bienvenida en la entrada de la puerta.

 

“La pileta tiene 11 metros de diámetro está cerca del arroyo, tiene poca profundidad de un metro veinte por seguridad, y eso hace que el agua siempre esté templada, muy linda, es algo que también la gente disfruta mucho”, agrega Daniela.

 

Y añade “además, tenemos dos senderos ecológicos de mediana y alta complejidad, que están dentro de las 20 hectáreas, se hacen caminatas nocturnas con la guía de los guardaparques de la zona, cuando hay luna llena y sino de día, también tenemos las caminatas guiadas”.

 

Olivera, dice que reciben turistas de todas partes del mundo, además de turismo nacional, y manifiesta que les recomiendan visitar siempre todos los lugares de Misiones “nosotros les recomendamos siempre salir, los mandamos a los Saltos del Moconá, a las Reducciones Jesuíticas, al parque de la Cruz, a Cataratas, a Oberá y otros lugares de Misiones, queremos que vivan la experiencia que ofrece nuestra tierra colorada, con tantos atractivos naturales y culturales”.  

Posee una ubicación privilegiada, ya que muy cerca de donde se encuentra el Lodge, está ubicado El Salto Encantado, uno de los atractivos turísticos que posee la provincia de Misiones y hasta donde llegan miles de turistas para conocer. 

Todas las comidas que se preparan en Cuña Pirú, son caseras, típicas misioneras, basado en lo mejor de la gastronomía local, de fuerte influencia de inmigrantes europeos y su fusión con los productos de la zona. Es elaborada por chefs regionales especialistas en mostrar los frutos y sabores de la selva, con productos de las chacras de la zona. Acá se puede disfrutar de platos elaborados con yerba mate, mermeladas caseras de frutas exóticas y de típicos asados regados con vinos argentinos. Un menú sencillo que recuerda los sabores y aromas de nuestra tierra.

Por la belleza del lugar y por estar muy cerca de Salto Encantado, se realizan muchas producciones fotográficas, de cine y televisión de la provincia, del país y el extranjero, y los productores, eligen a Cuña Pirú, como base para establecerse y desde ahí moverse. Mucha de la gente que viene con ellos, los recomiendan o vuelven. 

Trabajan muy bien en conjunto con el Ministerio de Turismo de Misiones y con la subsecretaría de Gestión Estratégica. Además tienen una página en Facebook en donde van subiendo fotos del Lodge, para que la gente los conozca.

Su mayor medios de publicidad es el boca a boca, ya que el que viene a Cuña Pirú por una vez, siempre regresa, es un mandato.

Para saber más sobre Cuña Pirú, pueden visitar su página web, o bien buscarlos en las redes sociales de Facebook o TripAdvisor, no poseen Twitter, ni canal de YouTube. Su teléfono es el: 54 3755 470171 y su mail, info @cunapirulodge.com