Vestir ropa perfectamente planchada permite ofrecer una imagen de cuidado y aseo personal mucho más lograda que hacer lo contrario, es decir, lucir prendas que estén arrugadas. Sin embargo, no siempre es fácil conseguir que la ropa quede totalmente lista y lista para vestirla, porque además hay que sumar el hecho de que los propios pliegues del cuerpo, la posición que se ocupa o las superficies en las que se posa la ropa también inciden en que las prendas vayan poco a poco arrugarse.

Si a esto sumamos que viajamos constantemente y que necesitamos introducir ropa en la maleta, vestir prendas que estén perfectamente planchadas se convierte aún en más complicado. Por este motivo, aquí van algunos consejos que pueden resultar de utilidad para planchar la ropa estando de viaje.

Llevar siempre en la maleta una plancha vertical de mano es la solución perfecta para que la ropa luzca perfectamente lisa, sin arrugas de ningún tipo. Estos dispositivos son muy manejables, ergonómicos, con un tamaño muy reducido y funcionan con vapor. Se pueden llevar en la maleta y su uso es muy cómodo.

Su uso se extiende a los ambientes profesionales y a los domésticos y se pueden aplicar sobre muchos tipos de prendas. Además, al ser vertical no hace falta tener movimientos rectos y cuidados para que otra parte de la prenda no se arrugue. De algún modo, la propia gravedad hace su efecto y no es necesario aplicar presión para que el planchado sea más homogéneo.

No obstante, hemos de tener en cuenta que el espacio que ocupa la plancha en la maleta es volumen que no puede ocupar otra ropa, lo que va a impedir llevar más prendas al viaje. La solución para esto pasa por organizar bien la maleta y doblar previamente la ropa, aunque eso lo veremos más adelante.

Una plancha vertical de mano es de gran utilidad por su facilidad de uso y su espacio reducido. Además, podemos introducir la ropa en la maleta con bolsas al vacío para que así ocupe menos espacio. En el mercado encontramos dispositivos de este tipo que aseguran que la ropa introducida en pequeñas bolsas limita su espacio al máximo, pues se impide la entrada de aire.

Por otro lado, esta solución es ahora más interesante que nunca, debido a la coyuntura actual por el coronavirus. Aplicando el vacío completo a las bolsas en las que introducimos prendas, garantizamos que no se arrugan y que están libres de infección, siempre que hayan entrado en la bolsa de ese modo.

Más allá de estos dos consejos prácticos, otro que no puede faltar es uno de carácter organizativo. En primer lugar, debemos saber qué ropa vamos a utilizar en el viaje, lo que obliga a llevar prendas que se ajusten bien a la meteorología que se espera. Hay que optar por ropa que sea funcional, de modo que sirva para eventos de tipo diverso.

Asimismo, es importante separar las prendas más sensibles a la arruga e introducirlas en bolsas de nylon o las comentadas al vacío. Si optamos por las bolsas de nylon, enrollar la prenda e introducirla en la bolsa. Un detalle, enrollar no es plegar. Así, las camisas o pantalones no se rozarán entre sí y el nylon irá ocupando los espacios libres evitando así las arrugas.

Por otro lado, si viajamos en avión y solo llevamos equipaje de mano, es siempre más aconsejable llevar la maleta en el propio avión y no en la bodega, porque así somos conscientes en todo momento de su localización. En los viajes en tren, esto nos lo ahorramos.

Es muy posible que el hotel no cuente con servicio de plancha, pero sí puede tener perchas en la habitación. De este modo, si las prendas han ido correctamente dobladas en la maleta e introducidas en bolsas de nylon o al vacío, no será necesario usar la plancha vertical, pues bastará con colgarlas bien en las perchas. No obstante, si queremos conseguir un mejor efecto planchado, podremos hacer uso de la plancha vertical.

Una última recomendación tiene que ver con sacar partido de los propios objetos del hotel. En el interior de la cama, si separamos el colchón del somier, podemos dejar allí perfectamente estirados algún pantalón o camiseta, con cuidado de que no tenga ningún pliegue. Tras eso, nos vamos a la cama y en unas 10-12 horas, las arrugas habrán desaparecido en gran medida.

Usar ropa planchada es posible incluso estando de viaje. Como vemos, no es necesario tener que cargar con instrumental pesado, sino que basta con una buena plancha vertical de tamaño reducido y unas recomendaciones básicas sobre cómo usar las prendas y su almacenamiento.