Situada al norte de la región central de Italia, capital y ciudad más poblada de la provincia homónima y de la región de Toscana, es una de las ciudades más turísticas del mundo y también una de las más completas. Museos, monumentos, arquitectura y gastronomía, son algunos de los atractivos más famosos de esta hermosa ciudad.´

Sin lugar a dudas que viajar a Florencia, es una experiencia inolvidable ya que no sólo se disfruta del turismo, sino también de la cultura y la historia. En ella es casi imposible aburrirse, además de disfrutar de su excelente gastronomía, su increíble patrimonio histórico la hace una ciudad muy interesante.

Es conocida a nivel mundial por mantenerse leal a su arquitectura que data del siglo XVI, aunque encontrarás en la ciudad como el clasicismo y la modernidad se unen de tal forma que hacen una interesante combinación. Pues el ayuntamiento de la zona ha impulsado obras de modernización, por ejemplo la estación de tren de alta velocidad, que le dan un aire actual.

Para conocerla y apreciar su historia, cultura y belleza, es recomendable quedarse un par de días en la ciudad para disfrutar sin prisa de uno de los atardeceres más bellos del mundo. Contratar un tour es lo mejor para ahorrar tiempo y dinero. De esta forma, verás las atracciones turísticas más destacadas sin hacer colas y acompañado por guías en tu idioma que te ayudarán a apreciar hasta el mínimo detalle de cada lugar.

La Piazza del Duomo: Es el sitio turístico más conocido y famoso de Florencia. Se considera como el centro religioso de esta ciudad. Al estar allí te encontrarás con otros puntos turísticos claves, entre los que se destaca la la Catedral de Florencia. Una obra maestra de arquitectura y arte gótico renacentista, así como una de las edificaciones más importantes y hermosas del cristianismo. También encontrarás la Campanile de Giotto y el Battistero de San Giovanni, y en la Piazza della Signoria verás el Palazzo Vecchio y el Museo La Logia dei Lanzi.

La Campanile de Giotto: Es un inigualable campanario que se ubica en la Catedral antes mencionada. Fue hecho por Giotto y Pisano en el siglo XIV. Las proporciones, el diseño y los colores de este campanario lo convierten en uno de los mejores y más hermosos no solo de Florencia sino de toda Italia.

Piazza della Signoria: Acá bulle con fuerza toda la actividad de Florencia, pues es su centro político y social. Está ubicada en el camino que va de la Piazza del Duomo hacia el río Arno. Hasta que no se conoce, no se entiende lo hermosa y cautivadora que es. Es una obra de arte en sí misma.

Ponte Veccio: Es el puente de piedra más antiguo del continente europeo que queda en pie. Atraviesa el principal río de Florencia, el Arno, en su parte más estrecha. Tres arcos lo sostienen, el alzado de dichos arcos van de 3,5-4,4m. La luz del arco principal es de 30m y la del otro par de 27m. Este puente medieval no sólo tiene una carga histórica sobre sus piedras, sino también el peso de miles de candados, símbolos del amor de parejas de todas partes del mundo. Ya sea que tengas planeado ir a Florencia o tengas curiosidad sobre el Puente Viejo, te invitamos a leer esta entrada y conocer más sobre este puente de fama mundial.

Recorrer sus calles: Perderse por las calles del centro histórico de Florencia es en sí un gran atractivo turístico. Aunque suene a tópico de cada ciudad, Florencia tiene unas callecitas con un ambiente único. Es muy especial observar el contraste entre los edificios antiguos que caracterizan la mayoría de ciudades italianas, con los de las tiendas más modernas. 

Galería Uffizi: Hay pocos museos tan famosos como la Galería de los Uffizi. En su interior se puede ver el corazón del Renacimiento con algunas de las mejores obras de este período. La más característica es “El nacimiento de Venus” de Boticelli. Sin duda, su visita es uno de los imprescindibles que hacer en Florencia.

Galleria dell'Accademia: Es el segundo museo más visitado de la ciudad y uno de los imprescindibles que ver en Florencia. Abierto en 1784 para ofrecer material de estudio a los estudiantes de Bellas Artes, es famosa por hospedar en su interior el David, posiblemente, la escultura más famosa del planeta. Esta impresionante obra de Miguel Ángel, de 5,17 metros de altura y realizada entre 1501 y 1504, representa a un vigoroso joven antes de enfrentarse a Goliat.