Castelldefels, referencia turística del Baix-Llobregat

03/11/2017 | 08:40 | A 25 años de los Juegos OIímpicos de Barcelona '92, Castelldefels ha logrado situarse como uno de los puntos turísticos más importantes del entorno de Barcelona.
 

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De aquella época surgió la gran transformación que experimentó la ciudad condal. Y los pueblos cercanos. Entre ellos, Castelldefels, donde se ubicó el Canal Olimpic de Cataluña, sede oficial de la pruebas de piragüismo olímpicas.

Este espacio se construyó específicamente para acoger las pruebas de competición, si bien, una vez agotados los Juegos Olímpicos, obtuvo una nueva vida como referente del ocio nocturno de la ciudad, especialmente en verano.

Porque si los Juegos Olímpicos abrieron Barcelona al mundo, también ejercieron de escaparate para toda Cataluña. Desde 1992 los datos de turismo internacional en Cataluña y Barcelona no han dejado de crecer, más allá de las crisis; más allá de las circunstancias.

A día de hoy, Castelldefels ha sabido situarse como uno de los focos turísticos del entorno de Barcelona. Sus playas siguen acogiendo tanto a veraneantes foráneos como a aquellos barceloneses que buscan un entorno idílico más allá del ajetreo de la Barceloneta para disfrutar de un día de playa.

Así, el tren que une la ciudad condal con la playa del Baixador se atesta de familias enteras que deciden pasar un domingo en el mar. Si bien este es el medio de transporte más habitual, las comunicaciones con el resto de ciudades circundantes aún no han alcanzado la fluidez que sus habitantes exigen. El 'Metro del Delta' aún no ha conseguido adquirir la categoría de realidad pese a la alta demanda de los pueblos y ciudades implicados, entre ellos la propia Castelldefels como punto de destino.

Hasta ahora, este servicio los vienen supliendo los Taxis de Castelldefels, aun cuando el servicio de Taxis en Castelldefels requiere de una renovación en cuanto a mayor número de licencias según el colectivo de taxis Castelldefels.

Preguntados sobre la incidencia de iniciativas de la economía colaborativa, el sector asegura que han notado una menor afluencia pero que aún así el sector requiere de un fuerte impulso para mantener sus estándares de calidad y disponibilidad. Aseguran que quienes acuden mayoritariamente a este servicio de vehículos compartidos lo hace porque en días de gran acumulación las colas de espera alcanza incluso la hora.

Durante la pasada campaña de verano, la página https://taxiscastelldefels.es/ obtuvo tal número de demandas que el servicio de comunicación entre centralita y taxis hubo de ser reforzado entre los taxis castelldefels playa. En la próxima temporada además de la visita el sitio web, los usuarios dispondrán previsiblemente de una aplicación que agilice los servicios dados.  Con este impulso, el sector del taxi apoya el desarrollo turístico que demuestra la ciudad.

Largas playas, naturaleza y deporte

En total, la costa de Castelldefels cubre cinco kilómetros repartido en tres playas principales y renombradas. Así, La Pineda, en este 2017 ha permanecido cerrada al baño durante gran parte del verano lo que ha derivado en un lleno completo en las dos otras opciones, Lluminetes y Playa del Baixador.

En sus arenas y paseos, los visitantes pueden disfrutar de buenos chiringuitos como el Tibu-Ron, así como de unas aguas cálidas y un entorno idílico, pues ambas se sitúan entre el delta del Llobregat y el macizo de Garraf.
Así es esta zona de la provincia de Barcelona, entre el extremo de la cordillera Costero Catalana, el mar y la mismísima Barcelona con su larga sombra. A unos pocos kilómetros, el Parc del Garraf, un entorno natural atractivo para los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre.

En sus proximidades, destaca el  Monasterio Budista del Garraf, Sakya Tashi Ling, de construcción moderna pero nada agresiva con el entorno circundante.

La segunda vida del Canal Olímpico

La eclosión que supuso la preparación durante el ciclo olímpico y la ejecución de los Juegos de Barcelona '92, dejó en Castelldefels su marca en forma de Canal Olímpico. En los años inmediatamente posteriores al mayor evento deportivo de la historia de España, las instalaciones deportivas trastocaron su función acogiendo diversos eventos nocturnos ligados al ocio.

En los últimos años, el empeño de diversos colectivos amantes de los deportes acuáticos y las administraciones han recuperado el Canal Olímpico para acoger escuelas de piragüismo y competiciones deportivas. En estas instalaciones, los amantes del mar pueden disfrutar del entrenamiento y la práctica de sus deportes predilectos.

En 2017, el Canal Olímpic, como es conocido, ha alcanzado la cifra récord de 900 plazas semanales en sus diversas actividades durante todo el mes de julio. En su agenda, más de 24 canales temáticos diversos con el mar y el deporte como telón de fondo.

El Canal Olímpic ha llegado a las 900 plazas semanales durante todo el mes de julio en sus casales de verano, destinados a los más pequeños de la casa. Su oferta tiene 24 canales temáticos diferentes, todos con el deporte como nexo en común.

La instalación tiene una extensión total de 43 hectáreas, de las que 15 corresponden a la lámina de agua y el resto son accesos, aparcamientos, zonas verdes y edificaciones.
Durante las obras, se realizó un sorprendente hallazgo histórico. Aparecieron los restos de una nave medieval que se hundió en lo que antiguamente eran las humedales de la desembocadura del río Llobregat.

Una ciudad que mira al mar

 La construcción de este emblemático paraje no estuvo exento de polémica. Durante su construcción, se descubrieron los restos de una importante nave medieval que según los indicios quedó hundida en los humedales del Delta del Llobregat, lo que actualmente es la extensión que cubre todo el Canal Olímpico.

La historia de Castelldefels mira al mar. De allí llegaron los primeros exploradores de la Antigüedad. Como punto estratégico entre Barcelona y Valencia, durante siglos ejerció de avanzada de vigilancia del territorio próximo a la sierra del Garraf, primero contra las invasiones árabes, y ya durante los siglos XVI y XVII, vuelta su vista al mar, contra los ataques piratas berberiscos gracias al castillo que le da nombre.  

Tras un periodo de decadencia, en los años ochenta cambió de dueños. La visita actual incluye un recorrido por el castillo remodelado, y se ha convertido en un punto de referencia de la ciudad para acoger todo tipo de eventos.     



 

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