La llegada de 557.000 turistas argentinos a España en 2016 significó un alza de más del 40 por ciento respecto de 2015, y la tendencia continúa en los primeros meses de este año, con un crecimiento del 50 por ciento en enero y un 37 por ciento más en febrero, siempre en comparación con el mismo período del año anterior.

"Estamos encantados, no sólo por la cantidad de visitantes en continuo crecimiento, sino también porque el turistas argentino es para nosotros el ideal por una serie de factores", dijo en declaraciones a Télam, el consejero de Turismo de la Embajada de España en el país, Francisco Javier Arroyo Navarro.

Según describió Arroyo Navarro, que desde hace 8 meses cumple funciones en la sede diplomática de su país en Buenos Aires, el turistas argentino cumple con todos los requisitos que se describen en el Plan de Marketing de Turespaña, el órgano de promoción turística del país europeo.

"El turista argentino viaja, tiene curiosidad por descubrir gran parte del territorio español, va a Madrid, a Barcelona, a Andalucía, a Galicia, al País Vasco, a Ibiza, a Canarias, quiere conocer distintos productos, va tanto al Museo del Prado como al estadio Bernabeu, va a una gran ciudad y hace una ruta por pueblos pequeños de Andalucía, y además gasta más del doble de la media internacional", precisó.

La política del Plan de Marketing busca no crecer tanto en turismo, donde las cifras ya son muy altas, sino que los visitantes que vayan sean de calidad, es decir, gente que está más noches, que gasta más, y que además se reparte mejor por el territorio español, "sin concentrarse en una única zona por el desgaste social y medioambiental que eso significa", agregó.

"El gasto promedio de un viaje argentino son unos 1.300 dólares (unos 15 días aproximadamente), y eso para nosotros es muy importante porque durante mucho tiempo parecía que España era solo la puerta de entrada a Europa", explicó.