La industria de cruceros en Argentina, un sector con vasto potencial de crecimiento, ha dado un paso fundamental al presentar ante el Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Guillermo Francos, sus desafíos y oportunidades más apremiantes. Con proyecciones que estiman ingresos de USD 140 millones para la temporada 2025, el sector vislumbra un horizonte mucho más ambicioso, con la posibilidad de alcanzar entre USD 220 y 250 millones si se logran condiciones de costos más competitivos. Esta expansión no solo significa un incremento sustancial en la entrada de divisas, sino que también actuaría como un poderoso motor de desarrollo económico federal.

La semana pasada, la Jefatura de Gabinete de Ministros fue el escenario de una trascendental reunión. Guillermo Francos recibió a figuras clave de la industria, entre ellas Fernando Joselevich, Country Manager Argentina & Latam de Costa Crociere; Alejandro López, Director de Operaciones de MSC Mediterranean Shipping Company; Javier Massignani, Managing Director Argentina & Latam de MSC Cruceros; y Juan Pablo Maglier, Representante institucional de CLIA (Cruise Line International Association) en Argentina. Este encuentro fue la culminación de una serie de gestiones que la Asociación Internacional de Cruceros ha venido realizando con el objetivo de fortalecer y expandir la actividad local.

Durante el debate, se abordó la coyuntura de las operaciones de cruceros en el país, destacando la imperiosa necesidad de una cooperación público-privada. El objetivo es potenciar la consolidación de la industria como un pilar fundamental de la economía nacional. Un punto crucial en la conversación fue la oportunidad de incrementar la llegada de cruceros a nuevos destinos en Argentina. Actualmente, la actividad se concentra en gran medida en Buenos Aires, Puerto Madryn y Ushuaia, que en la temporada 2023-2024 recibieron 140 recaladas. La expansión a otras localidades no solo beneficiaría directamente a esas regiones, sino que también dinamizará sectores conexos como la gastronomía, la hotelería y la cultura, generando un impacto positivo en diversas comunidades a lo largo y ancho del país.

A pesar de su promesa y de emplear indirectamente a más de 5.000 personas en Argentina —abarcando áreas como el transporte, guías turísticos, gastronomía y comercios—, la industria de cruceros se enfrenta a una barrera crítica: los costos de operación en la Hidrovía Paraná-Paraguay. Estos costos sitúan a los puertos argentinos en una clara desventaja competitiva en comparación con otros países de la región latinoamericana, frenando el pleno desarrollo del sector. La Asociación Internacional de Cruceros ha enfatizado que, si bien el sector representa una oportunidad estratégica para el turismo receptivo, el desarrollo federal y la generación de divisas, las condiciones actuales no permiten capitalizar por completo.

Para superar este obstáculo, CLIA presentó un informe exhaustivo con una propuesta concreta y de alto impacto económico, pero de costo fiscal nulo: la creación de una categoría tarifaria específica para cruceros internacionales en la Hidrovía. Esta medida implicaría la implementación de un esquema de segmentación tarifaria fluvial diseñado exclusivamente para buques de pasaje internacionales y que se aplicaría únicamente durante la temporada alta. Según las estimaciones de CLIA, esta iniciativa tiene el potencial de incrementar significativamente el ingreso turístico derivado de cruceros en un plazo considerable, revitalizando un segmento clave del turismo.

Además de la propuesta tarifaria, CLIA ha elevado otras solicitudes fundamentales para el futuro de la industria. Entre ellas, se destaca la inclusión de la actividad de cruceros en los criterios técnicos y económicos de la próxima licitación de la Hidrovía. Esta acción garantiza que las futuras condiciones de operación contemplen las especificidades y necesidades de los cruceros, fomentando un entorno más predecible y favorable para las inversiones. Asimismo, la asociación ha solicitado la convocatoria de una mesa público-privada específica sobre turismo fluvial internacional. Este espacio de diálogo y colaboración entre el gobierno y los actores del sector sería crucial para diseñar e implementar políticas coordinadas que permitan un desarrollo armónico y sostenible de esta modalidad turística.

La industria de cruceros se perfila como una herramienta estratégica para el desarrollo económico federal de Argentina. Sin embargo, para que su potencial se materialice, es indispensable contar con condiciones logísticas y regulatorias que se ajusten a su naturaleza particular. La implementación de medidas simples, técnicas y sin costo fiscal, como las propuestas por CLIA, no solo puede multiplicar su impacto económico, sino también posicionar a Argentina como un hub competitivo y líder en el sector de cruceros en Sudamérica, atrayendo a miles de turistas y generando prosperidad en diversas regiones del país.