En los últimos 45 días, Argentina ha experimentado un marcado descenso del 20% en el movimiento turístico, según un informe detallado de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). 

Durante este período, alrededor de 17,5 millones de personas se desplazaron por el país, generando un impacto económico estimado en 17 billones de pesos. El secretario de Turismo de la entidad, Gregorio Werchow, destacó que estos resultados reflejan unas vacaciones atípicas, marcadas por un año especial con cambios gubernamentales y nuevas medidas.

Werchow enfatizó el impacto de la situación económica, que ha afectado no solo la economía doméstica sino también la regional y, por ende, la industria turística. Datos recopilados por CAME revelan un cambio significativo en el formato vacacional, con un promedio de pernoctación reducido a 4 días. Este fenómeno indica que la gente ya no busca períodos largos de vacaciones, optando por salidas más frecuentes de corta duración a lo largo del año.

En cuanto al nivel de gasto, se observó un aumento significativo, marcando una diferencia sustancial con años anteriores. Werchow subrayó el impacto positivo en la visita de turistas extranjeros, especialmente en la región sur del país, donde no se registró una disminución en el turismo, atribuida en parte a la llegada de casi 300 cruceros solo en enero.

Sin embargo, Werchow diferenció las regiones, señalando que mientras en el sur se mantuvo la afluencia de turistas, el norte y, en particular, el norte grande experimentaron una disminución superior al 30%. A pesar de estas variaciones regionales, el promedio nacional arrojó una reducción del 20% en la movilización de personas, con un gasto promedio de 40 mil pesos por día por persona en todos los conceptos.

En cuanto a las proyecciones para febrero, Werchow anticipó una disminución significativa en la movilidad turística nacional, previendo que, después de la primera quincena, prácticamente desaparecerá. Estos datos revelan la complejidad de los factores que afectan la industria turística, desde la situación económica hasta las preferencias de los turistas y la variabilidad regional.