Explorando el lado oscuro de Mar del Plata: Más allá de olas y arena

14/01/2024 | 08:05 | Para aquellos que quizá no les guste pasar todo el día en la playa o les toque unos días frescos o lluviosos, existen otras opciones para descubrir o disfrutar en la ciudad.
 

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Foto: Municipalidad de General Pueyrredón


Mar del Plata, conocida por sus interminables playas y vibrante vida turística, revela un lado oculto que escapa muchas veces a la mirada de sus visitantes. Más allá de la bulliciosa actividad veraniega, la ciudad argentina alberga secretos y matices que merecen ser descubiertos.

Para aquellos que quizá no les guste pasar todo el día en la playa o les toque unos días frescos o lluviosos, existen otras opciones para descubrir o disfrutar en la ciudad.

Desde áreas protegidas, leyendas de los muelles y pescadores, edificios históricos son algunas de las tantas cosas que se pueden hacer en La Feliz; más allá de sus playas, casinos y teatro. Así que no dudes en sacar tu pasaje con Tony Tur y prepárate para unas vacaciones diferentes.

Un Oasis de Biodiversidad: La Reserva Natural Otamendi

La Reserva Natural Otamendi, ubicada a aproximadamente 30 kilómetros al norte de Mar del Plata, se erige como un pulmón verde en medio del paisaje costero. Con más de 2,000 hectáreas de extensión, esta reserva protegida es hogar de una sorprendente biodiversidad que incluye una amplia variedad de especies de aves, mamíferos, reptiles y plantas autóctonas.

Para aquellos que buscan explorar la reserva a fondo, una red de senderos bien cuidados se adentra en su interior. Los caminos serpentean a través de bosques y pastizales, proporcionando la oportunidad de sumergirse en la tranquilidad de la naturaleza.

La Reserva Natural Otamendi es particularmente renombrada por ser un paraíso para los observadores de aves. Con más de 200 especies registradas, desde rapaces majestuosas hasta pequeños colibríes, este es un destino imperdible. Los miradores estratégicamente ubicados ofrecen vistas panorámicas para la observación en su hábitat natural.

No solo es un espacio de conservación, sino también un centro de educación ambiental. Visitas guiadas y programas educativos permiten a los visitantes aprender sobre la importancia de la conservación y la preservación del ecosistema local. Talleres, charlas y actividades interactivas ofrecen una experiencia enriquecedora para todas las edades.
Los esfuerzos para preservar la flora y fauna autóctona, así como la restauración de hábitats degradados, son fundamentales para garantizar que perdure para las generaciones futuras.

Un puerto lleno de historias

El puerto de Mar del Plata albergan barcos que cuentan historias de incontables travesías. Con sus cascos desgastados y sus redes marcadas por el tiempo, son testigos mudos de las jornadas agotadoras y de las hazañas de los pescadores que desafían las olas para llevar a casa el fruto de su labor.

Las primeras luces del amanecer revelan un espectáculo silencioso pero impactante: los pescadores preparan sus barcos antes de zarpar. Mientras la ciudad duerme, ellos se aventuran en el oscuro horizonte marino, armados con experiencia y conocimiento transmitido por generaciones.

Cada jornada de pesca es una batalla contra las tormentas impredecibles, vientos traicioneros y mareas, que desafían incluso a los más experimentados.

Entre las olas que chocan y el salitre en el aire, los pescadores comparten relatos de capturas épicas que han quedado grabadas en la memoria. Desde peces enormes que desafiaron las redes hasta encuentros inesperados con la vida marina.

La Torre Tanque, más allá de un reservorio de agua

La Torre Tanque fue diseñada y construida por el ingeniero Juan Antonio Ocampo durante la intendencia de Ángel Gabino Correa. Su propósito original era almacenar agua para abastecer a la creciente población de Mar del Plata. Con una altura de 88 metros, la torre se convirtió rápidamente en un emblema de la ciudad y en un punto de referencia para locales y visitantes.

Aunque su función principal es la de almacenar agua para el suministro de la ciudad, la Torre Tanque ha trascendido su propósito original. Su impactante presencia se ha convertido en un símbolo de la identidad de Mar del Plata, y sus contornos son una presencia constante en la panorámica urbana.

Para aquellos que buscan una experiencia única, la Torre Tanque cuenta con un mirador en la parte superior que ofrece vistas panorámicas de la ciudad y el océano Atlántico. Desde esta elevada posición, los visitantes pueden apreciar la extensión de Mar del Plata y sus alrededores, creando una conexión especial entre la arquitectura y la geografía.

A lo largo de los años, la Torre Tanque ha sido sometida a procesos de restauración para preservar su esplendor original. Estos esfuerzos no solo buscan mantener la integridad arquitectónica, sino también garantizar que esta joya histórica continúe siendo un testimonio tangible de la evolución de Mar del Plata.

En conclusión, Mar del Plata tiene un lado oculto que espera ser descubierto. Detrás de la fachada turística se esconde una ciudad rica en historia, cultura y tradiciones auténticas. Invitamos a los visitantes a aventurarse más allá de las playas y a sumergirse en la autenticidad y la sorpresa aguardan a aquellos dispuestos a explorar.




 

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