Ya lo había intentado hace unos meses, pero al final Indonesia tuvo que dar marcha atrás. Ahora el país parece dispuesto a reabrir sus fronteras: pronto también Bali volverá a dar la bienvenida a los turistas, naturalmente en cumplimiento de unas sencillas reglas que garantizan la máxima seguridad para los viajeros y operadores del sector hotelero.

El gobierno indonesio ya ha anunciado que quiere volver a la normalidad lo antes posible, y es probable que a finales de enero el país vuelva a abrir al flujo turístico internacional. En los últimos meses, la emergencia sanitaria ha tenido un gran impacto en la economía indonesia, ya que el turismo es uno de los principales sectores de apoyo a millones de ciudadanos. 

Por este motivo, la administración había previsto una reapertura de las fronteras para el mes de septiembre, que sin embargo no fue posible debido al aumento de infecciones debido a la segunda ola de la pandemia.

Solo en septiembre, Indonesia contaba con tan solo 83 visitantes: esta cifra muestra que el turismo ha experimentado un descenso del 99,9% en comparación con el mismo período del año anterior. El deseo de reiniciar es, por tanto, claro, sin olvidar las precauciones necesarias para evitar la propagación del virus. El gobernador de Bali, Wayan Koster, explicó cómo el destino turístico más importante de Indonesia está listo para reabrir a los viajes internacionales, aclarando también que ha trabajado para que todos los servicios sean seguros.

¿Cuáles son las reglas para acceder al país? De momento no se han hecho oficiales, pero es probable que se adopte un estricto protocolo de recepción, que incluye un certificado sanitario a su llegada a Indonesia. También es posible que se solicite un certificado para el reingreso, con una prueba anti-Covid obligatoria para regresar al país de origen. 

Las medidas de seguridad son necesarias para evitar una nueva ola, hasta que la vacuna del Coronavirus nos permita finalmente volver a viajar con tranquilidad.

En definitiva, en estas semanas, empezamos a ver una luz al final del túnel. Si bien en Italia los datos aún no son muy tranquilizadores (aunque hay buenas posibilidades de recuperación para el futuro), varios países han decidido reiniciar gradualmente: este es el caso, por ejemplo, de Tailandia y Perú, que han reabierto sus fronteras. En los días recientes. O Hawaii, que ha restaurado el acceso a su joya, Diamond Head.