La pandemia del coronavirus ciertamente ha afectado a todos los sectores pero en mayor medida para el sector turístico ha sido un año horrible. Hablamos de hoteles, Bed & Breakfast, agencias de viajes, tour operadores, aerolíneas, cruceros y todo lo relacionado con el sector de los viajes, un sector que ha pagado caro la pandemia.

La facturación es casi nula con una media del -80% y la guinda del pastel fueron las restricciones a las vacaciones navideñas, periodo en el que millones de personas se trasladaron por vacaciones. 

Ya a finales de noviembre, muchos habían dicho que no viajarían pero las restricciones prácticamente han cancelado las vacaciones. En este período, los más dañados son los centros turísticos de montaña, con el cierre de las plantas pero también las ciudades de arte usualmente asaltadas por el Año Nuevo. 

En Italia, se habla por ejemplo de una pérdida de 53.000 millones menos que en 2019. En 2021 podría verse una ligera recuperación pero difícilmente será igual que antes, al menos durante los primeros tres o cuatro meses del año. Las pérdidas estimadas ya se acercan a los 7,9 mil millones solo para los primeros meses de 2021, sin contar los 10,3 millones menos de turistas en diciembre.

Empresas en riesgo de cierre

Según Confesercenti, la Asociación de Empresas de Italia además, al menos 70 mil empresas están en riesgo de cierre, un gran problema que tendrá fuertes repercusiones laborales en particular para el sector femenino, el más dedicado a trabajar en el sector turístico.

Los hoteles también sufren por lo que el 95% de los puestos de trabajo están en riesgo. A pesar de la posibilidad de permanecer abierto, de hecho, hubo muy pocas llegadas de turistas después del verano y en las ciudades de arte ya durante el verano pasado. Un precio elevado provocado por la escasez de turistas procedentes de China, Estados Unidos y Rusia. Según Bernabò Bocca, presidente de Federlalberghi: "El decreto de Navidad destinó 650 millones de euros a proteger, como es justo, bares y restaurantes, pero olvida por completo los hoteles, que han sufrido daños aún mayores".

Grandes pérdidas también para el sector de cruceros, bloqueado hasta después de la Epifanía con una pérdida de al menos mil millones de euros y un -93% menos de pasajeros. Fiavet-Confcommercio también denunció la crisis negra de las agencias de viajes que ante la falta de paquetes para vender se encuentran con cero facturación.