El último estudio de mercado, con datos de 2015, realizado por el Centro de Turismo Responsable (CREST) revela que existe un creciente interés por el turismo sostenible en un amplio público de turistas. Este Instituto de Investigación con sede en Washington D.C. tiene entre sus objetivos promover políticas y buenas prácticas de turismo responsable a nivel global.

CREST define turismo responsable como “muchos tipos de viaje que intentan minimizar los impactos negativos que tiene el turismo sobre el medio ambiente y maximizar las aportaciones positivas que el turismo puede tener sobre las comunidades locales”. Según esta definición, un tipo de turismo responsable es el ecoturismo, definido internacionalmente como “viaje responsable a espacios naturales que conserva el medio ambiente y mejora el bienestar de la población local”.

En su último estudio de mercado, publicado bajo el título “The Case for Responsible Travel: Trends and Statistics 2015” se resumen datos que demuestran esta tendencia creciente en el incremento del turismo responsable. 

La Organización Mundial del Turismo (OMT) predice que este tipo de turismo tendrá un crecimiento muy rápido en las próximas dos décadas incrementando el gasto total en ecoturismo a mayor ritmo que el gasto en la industria del turismo en su conjunto.

Uno de cada cinco consumidores dice que está preparado para pagar más por sus vacaciones contratando los servicios de empresas con un mejor historial ambiental y social.

Además de estos y otros datos, el informe recopila sugerencias hechas por expertos para concienciar a la población de la importancia del turismo responsable. Por ejemplo, cita a Bricker del Consejo Global de Turismo Sostenible (GSTC): “Los lugares sostenibles nos mantienen a nosotros como seres humanos. Sin un planeta saludable donde las industrias operen, servicios ecosistémicos sostenibles, donde los derechos humanos sean respetados, donde la calidad de vida sea mejorada, no podemos existir a largo plazo”.

La UNESCO cree que el turismo sostenible que ahora es considerado como una alternativa, pasará a ser la corriente principal en el plazo de una década. Esto hará que contribuya enormemente a la economía generando al mismo tiempo nuevos puestos de empleo. Por eso, como se afirma en el citado informe, el turismo sostenible se enfrenta al desafío de proteger los destinos, al mismo tiempo que mejora el valor de la marca, incrementa los beneficios, ahorra costes y mejora su competitividad para atraer y retener a los clientes.