Realizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Unoc, en convenio con la Alcaldía de Medellín, el informe revela las rutas de los extranjeros para llegar a estas prácticas ilegales, en las comunas La Candelaria (Centro) y Poblado, en la ciudad colombiana de Medellín.

Según la información recolectada, desde su lugar de origen el turista establece contacto y ofertas para consumir drogas en la ciudad, a través de páginas de internet donde se evidencian experiencias de otros turistas en Medellín.

Ya estando en la ciudad, detecta lugares de venta de drogas y redes de explotación sexual, a través de información suministrada por taxistas, venteros ambulantes, botones y recepcionistas de hoteles u hostales que incluso, como sucede en El Poblado, ofrecen ‘books’ con fotos de las prostitutas.

“El taxista que nos transportaba nos entendió y nos dijo, no se vayan a putiaderos o prostíbulos, yo les tengo el teléfono de las prepago”, revelan las entrevistas a extranjeros en el estudio.

Los turistas, según el estudio, aseguran que es muy fácil conseguir drogas y menores en la prostitución para ellos, y que además en los hoteles y hostales no hay ningún control, al igual que en las calles pues “la Policía no requisa al extranjero para no molestarlo porque es un turista”.

El vicealcalde de Gobernabilidad aseguró que este estudio será una base para mirar la manera de fortalecer los programas de la Alcaldía y grupos de Fiscalía que trabajan contra este flagelo.

Las víctimas y proxenetas entrevistadas para el estudio aducen que “los extranjeros las prefieren menores de edad, de piel morena, sexo sin preservativo y consumo de sustancias con ellos”.