Los llamados baños de bosque no son sino paseos y espacios creados para desconectar, para buscar de nuevo el equilibrio con uno mismo desde el interior con un entorno privilegiado que permita disfrutar de los sentidos. No se trata solo de un paseo, sino de un tratamiento integral del ser.

Cantabria, a día de hoy es, junto con otras zonas como Pirineos o el País Vasco, uno de los lugares preferidos por los que se han apuntado a la tendencia.

“Cada vez viene más gente de las grandes capitales a disfrutar rodeados de los bosques de eucalipto que tenemos. Es clave para romper las rutinas, el estrés y dejarse llevar por una sensación mucho más primaria como es el bienestar” explican desde Zenden.

Solo basta tener en cuenta el aroma refrescante de esta planta para comprender a lo que se refiere. Es conocido por ser revitalizante para el ánimo, pero también por despejar las vías respiratorias, permitiendo tener una sensación de respiración plena y consciente.

Este árbol desprende aceites esenciales que sirven para purificar, de forma natural, el aire que se respira, mejorándolo y haciendo que todo cobre vida en un entorno único.

Además, es relajante, lo que reduce automáticamente el estrés y la ansiedad. Gracias a una apariencia que deja a la gente sin palabras, por su altura y espesor, permite que el baile de sus hojas, en días de viento, acompañe una melodía natural.

Todo esto, en conjunto con un paseo, puede ser clave para la liberación de endorfinas, lo que permite mejorar el ánimo. En los cambios de estación, con la caída de las hojas o con los colores, juega también un papel importante en el ánimo.

“En nuestro recinto, unimos esto con la meditación, el yoga, el mindfulness e incluso los baños de sonido. Es un tratamiento anímico en sí mismo que funciona y se enfoca de forma integral. Quien lo prueba, acaba repitiendo” explican.