España cuenta con todo aquello que el turista tanto nacional como extranjero ha soñadopara pasar un periodo donde la aventura, la tranquilidad, el ocio, la cultura y porqué no el divertimiento se conjuguen en un solo lugar. El país ibérico es transversal no solo a nivel geográfico – encontramos sierra, mar, valles y cascadas– si no que también lo es a la edad de los visitantes donde los jóvenes tienen sus lugares específicos para depender y pasarla muy bien y al mismo tiempo a los que han dejado atrás esa etapa puede encontrar un lugar donde la familia disfrute de los encantos de las reuniones y paseos.

Fiestas locales, celebraciones religiosas y paganas, aniversarios de ciudades se celebran con una paleta de sensaciones y colorido como en ningún otro lugar en Europa que se pueda encontrar. Y todo eso matizado con una cocina local que se caracteriza por despertar los más grandes elogios por su variedad y exquisitez donde todo es bañado con excelentes vinos locales.

Pero si hablamos de turismo en España, hay una provincia que resalta a primera luz: Sevilla. Situada en el sur de la península ibérica, con excelente clima y rodeado de sierras y mar se alza como uno de los tres destinos más importantes de España.

Dentro de la provincia hay una ciudad para resaltar como lo es Écija Sevilla, situada a 80 km de la capital. Una destino cuya historia se remonta desde el paleolítico pasando por los visigodos, romanos y musulmanes hasta llegar hasta nuestros días. Podemos identificar varios centros de atracción tanto naturales como edilicios. Iglesias, monasterios y conventos se mezclan en la ciudad con los palacios donde resalta el Palacio Benameji el cual fue declarado Monumento Nacional. Degustar sus típicos platos como la Sopa de Gato o el Salmorejo (según la temporada) dará al turista un recuerdo de su visita difícil de olvidar.