Cultura y diversión pueden ir de la mano

11/06/2018 | 15:36 | Aprender mientras lo pasas bien es la mejor manera de grabar en la mente el conocimiento.
 

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Tomamos los viajes como momentos para descansar de nuestra ajetreada vida pero, sin darnos cuenta, mientras disfrutamos de parajes diferentes, de la gastronomía autóctona, de la gente del lugar y de sus museos e historia, en realidad, también estamos llenando el cerebro de nuevos conocimientos.

Cuando nos vamos de viaje queremos descubrir otras culturas diferentes, queremos practicar lo que hemos aprendido de un idioma al pedir en un restaurante y estamos deseando vivir experiencias nuevas. Todo esto describe, a la perfección, no solo querer descansar de nuestra vida llena de estrés también que queremos saber más, aprender cosas nuevas y vivir nuevas experiencias que nos puedan enriquecer. Esto demuestra que aprender y divertirse pueden ir de la mano.

Experiencias positivas que ayudan a aprender

En los últimos años se ha convertido en tendencia que muchos jóvenes salgan fuera de las fronteras para continuar sus estudios. Esto implica un cambio de país, de ciudad, de amigos y de idioma. Aquí encontramos las dos partes de las que hablábamos. No solo se van a aprender también a disfrutar de un nuevo entorno.

La diversión se puede encontrar en cualquier parte y disfrutar de la experiencia de estar en un sitio nuevo, mientras se conoce a gente de diversas culturas, se puede practicar deporte y perfeccionar un idioma se puede conseguir mediante asistir a campamentos en el extranjero.

Gracias a ellos se puede abrir la mente hacia otras culturas, desarrollarse como persona independiente y disfrutar de hacer turismo. Todo en uno. Porque viajar no solo es para descansar, también para aprender.

¿Siempre al mismo sitio?

Las vacaciones se pueden volver aburridas y conseguir lo contrario de lo que se espera cuando se viaja siempre al mismo sitio. Es verdad que resulta cómodo, quizás ya se tenga una casa de vacaciones, se tienen amigos y uno sabe como moverse por la ciudad. Pero para abrir la mente hay que conocer lugares nuevos. El ser humano siente una gran inquietud por aprender y hay que satisfacerla. ¿Cómo lo hacemos?

Hoy encontrar las mejores ofertas en alojamientos es muy sencillo gracias al uso de Internet. En muchas ocasiones, lo que nos echa para atrás a la hora de viajar es la falta de recursos económicos. El dinero siempre pone límites a todo. Pero, si se busca bien, viajar y aprender es algo que nos podemos permitir.

Perderse por el mundo

La atracción por lugares exóticos se ha vuelto tendencia. La realidad es que hay muchos lugares increíbles que conocer fuera de las fronteras. Sitios en los que no hay que pegarse por entrar en un lugar debido a la cantidad de gente que hay, ni pasarse horas esperando frente a la puerta de un museo para poder entrar, ni esperar a que se vaya alguien para coger un hueco en la playa. Estos destinos, todavía, no se han convertido en virales y no todo el mundo está haciendo reservas para ir. Son destinos “vírgenes” en cuanto a turismo pero tienen mucho que ofrecer y, antes de que nadie más lo descubra, tú puedes estar allí.

¿Qué te parecería, por ejemplo, viajar a Filipinas? Un país lleno de playas tranquilas de gran belleza visual y de parajes naturales increíbles. Una cultura diferente de la que se puede aprender mientras disfrutas de sus parques nacionales o de su gastronomía. Como Filipinas hay otros lugares a los que la oleada de turistas aún no ha llegado. Que se pueden disfrutar de manera reposada y sin agobios. El saber no ocupa lugar y aprender mientras se viaja y se disfruta es mucho mejor.




 

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