El Hotel Pismanta fue abierto hace 66 años por el gobierno provincial de San Juan, en las termas de Pismanta. Ese lugar lejano de todo, al pie de la precordillera de los Andes tienen uno paisajes extraordinarios y el potencial turístico es muy grande.

 

Sin embargo, a principios del año 200, el hotel dejó de financiarse desde los fondos públicos, y los empleados, tomaron el control de su gestión, así como muchas empresas lo hicieron en todo el país, antes de la crisis económica del 2001.

 

El “Hotel recuperado” pasó por varios litigios con el gobierno provincial hasta que en el año 2006, el entonces gobernador José Luis Gioja les otorgó el poder definitivo a la conformada cooperativa Cacique Pismanta. 

 

Al cumplirse una década de una de las empresas recuperadas más famosas de San Juan, los empleados festejan el éxito que han tenido y piensan renovar la concesión por 5 años más, lo que sumará a los 5 que le faltan.

 

"Es una experiencia exitosa. Hemos logrado mantenernos en pie con el sacrificio diario”, resume la gerenta del Hotel Pismanta, Andrea Sánchez en declaraciones al Tiempo de San Juan.

 

"A un privado quizá no le resulte rentable instalarse y tomar esto, pero nosotros nos manejamos internamente distinto que un privado, somos un sistema de asociados, con sueldos acotados, todos tiramos para el mismo lado. En nuestro caso la rentabilidad no puede ser 100 por ciento y teniendo una rentabilidad de 60 o 70 por ciento no nos hacemos mucho problema”, dice Andrea.

 

La Cooperativa conformada en 2002 hoy tiene 25 socios. Tienen una organización institucional y una comercial y otros roles desde jefes de área a mucamas, cocineros, mozos y encargados de spa. Todos ellos, participan de las ganancias que deja el negocio. 

 

"Hemos logrado un buen posicionamiento a nivel nacional en cuanto a empresas recuperadas”, dice Sánchez. Al igual que el Hotel Pismanta, el Hotel Bauen de Buenos Aires son los establecimientos más conocidos en la materia.

 

"Estos 10 años han sido todos bastante buenos en general, obviamente que el primero fue el mejor como institución porque logramos nuestro objetivo que era tener la concesión del hotel. Después hemos tenido años buenos, cuando se ha visto reflejado el bolsillo de la gente, coincidente con la política social del Gobierno Nacional anterior. Hemos trabajado mano a mano con Turismo de la Nación, tenía un programa que se llamaba Turismo Social que ya no existe y para nosotros era muy bueno porque nos enviaban colectivos, la gente hacía un pernocte de 5 noches y podía conocer el departamento a fondo”, explica Andrea Sánchez. 

 

"Tuvimos un solo subsidio y no hemos tenido demasiadas ayudas más que la del ex gobernador Gioja de darnos la concesión directa”, describe Sánchez. La Cooperativa paga al Estado mensualmente un canon por la explotación del alojamiento, bar, restaurante y baños termales del establecimiento, se mueve como cualquier privado, figura como responsable inscripto ante AFIP, con obligaciones de pagos de servicios, impuestos, y como empresa no tiene beneficios extra, agrega la gerenta.