A tan solo 90 minutos de vuelo de cualquier ciudad europea, Argelia propone diversos productos turísticos: con 1200 kilómetros de playas, montañas y termalismo pasando por el desierto del Sahara, una cultura rica en tradiciones y una historia milenaria y fabulosa.

Con corredores viales en pleno desarrollo y aeropuertos en las principales ciudades turísticas, el gobierno argelino está apostando al desarrollo del turismo internacional y prueba de ello es su participación constante en ferias internacionales.

Más allá de su capital Argel, te presentamos una guía de sus principales ciudades para un viaje a uno de los países más hermosos del norte africano.

Su nombre significa “La ciudad de la Felicidad” y es uno de los destinos más visitados de Argelia. Muy cerquita de la capital Argel, Bou Saada propone caminatas por la Ciudad Vieja visitando a los artesanos de la plata, que crean joyas encantadoras. Los tapetes de diseños geométricos son típicos de esta región. Las mezquitas, el molino Ferrero y la tumba de Etienne Dinet son algunas de las cosas que se pueden realizar aquí.

Sin embargo, no se puede dejar Bou Saada sin hacer un pequeño peregrinaje en sus jardines en el medio del desierto o en sus oasis vecinos, donde solo el silencio del agua de las cascadas del molino Ferrero rompen el silencio de este mágico lugar.

Las exuberantes palmeras de esta puerta natural del desierto, lo convierten en un oasis paradisíaco que hace soñar a todos sus visitantes. Biskra fue construída sobre las ruinas de una ciudad romana y es una estación termal con fama internacional. Una fiesta memorable es a fines del otoño, cuando se celebra la cosecha del dátil, el fruto base de la alimentación de los países del norte de África. Sus mercados de frutas y comidas permiten conocer y probar una gran variedad de especies y los artesanos con sus joyas y vestidos, fascinan a todos los turistas que llegan a Biskra.

La ciudad de las mil cúpulas tiene la característica de haber recibido cinco siglos atrás, una gran inmigración de pobladores de Yemen. Vecina de Túnez, esta región es un gran oasis alimentado por un río subterráneo. Sede de un imponente mercado, la ciudad alcanza temperaturas de más de 50 grados en verano, y las cúpulas cobran sentido ya que mantienen la frescura de las habitaciones. La arena dorada y el contraste arquitectónico, harán de tu viaje un recuerdo imperdurable.

Al norte del gran Erg (región desértica conocida como la gran duna), Touggort es otra ciudad que vale la pena descubrir. El cementerio con las cuatro cúpulas o el mausoleo del rey, son algunas de sus joyas arquitectónicas que llegan a nuestros días desde el siglo XV.Un verdadero paraíso terrestre, con verdes y ríos, en medio del desierto.

A casi 900 kilómetros de la capital Argel, este oasis es la capital de la región de Wilaya.  Ouargla se ha convertido en una ciudad moderna pero que aún conserva su propio pasado. Aquí se encuentra la tumba de Sidi Ahmed Belabbés y recibe millones de visitas de turistas de todo el mundo.