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Kempinski abre oficialmente su hotel de lujo en Cuba

'El Gran Hotel Manzana Kempinski La Habana' se convierte en el primer hotel de lujo cinco estrellas de Cuba, con el que el grupo hotelero alemán, con sede en Suiza, regresa a América.


El Gran Hotel Manzana, primero en Cuba con categoría cinco estrellas plus, abrió sus puertas en La Habana gestionado por el grupo suizo Kempinski, que lo considera su "puerta" de entrada en el continente. El hotel funcionaba en marcha blanca desde mayo, inició el hospedaje de clientes "con algunos grupos y algunos clientes individuales". Así lo aseguró director general del hotel, Xavier Destribats.

Y agregó, "Manejamos hoteles, normalmente pocos, seleccionados. Nos gustan las joyas, y esto corresponde muy bien a la filosofía Kempinski".

La propiedad de cinco estrellas, administrada por Kempinski pero propiedad del grupo Gaviota, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, cuenta con 246 habitaciones, entre ellas 50 suites, bares, restaurantes, spa, gimnasio, una piscina climatizada en la azotea y un exclusivo salón para fumadores de puros. Ocupa los pisos superiores de un renovado centro comercial Belle Epoque lleno de tiendas Gucci y Montblanc. De esta forma se pone en marcha un nuevo producto de cara a los más de 4,2 millones de turistas que se esperan para este año.  

Kempinski, que es el grupo hotelero más viejo de Europa, gestiona 74 hoteles de lujo en una treintena de países, pero el Gran Hotel Manzana es el primero en el continente americano. La noche de alojamiento más barata está en 440 dólares por persona, y la suite presidencial alcanza los 2.485 dólares.

El hotel ocupa un edificio totalmente restaurado por la constructora cubana UCM y la francesa Bouygues, que contrataron mano de obra de India. En el lugar funcionó el primer centro comercial de estilo europeo de la isla, la Manzana de Gómez, inaugurado en 1917. La restauración del edificio, se inició en 2014, contó con la aprobación de la Comisión Nacional de Monumentos y del Plan Maestro de la Oficina del Historiador. 

En su primera planta dispone también de una galería de tiendas de prestigiosas marcas internacionales, entre ellas Versace, Giorgio Armani, Lacoste y Montblanc, y de ron, café y puros cubanos.

De las 246 habitaciones del hotel, de seis niveles, 172 son estándar y el 29 por ciento de tipo suite y junior suite. El segundo piso tiene 40 habitaciones, 10 de ellas dobles, y áreas públicas que incluyen un restaurante desayunador y otro de comida especializada, así como también un bar con vistas al Floridita, uno de los siete establecimientos de su tipo más famosos del mundo. 

Los niveles tres, cuatro y cinco son exclusivos para dormitorios, y en el sexto están la piscina pública, un bar, una cafetería, cuatro salas de negocios y un restaurante panorámico con capacidad para 104 clientes. 

En el último piso del Manzana Kempinski está el gimnasio desde el que se divisa exclusivamente la Habana Vieja, un SPA con servicios de belleza, taquillas con duchas, baños y casilleros, además de salones donde se ofrecerán servicios de masaje y acupuntura. 

La terraza, ubicada en ese nivel, dispone de una pasarela perimetral con fuertes barandas alrededor del edificio, para que los visitantes puedan disfrutar de una vista panorámica de una ciudad declarada maravilla del mundo moderno.