El sector más golpeado corresponde a aquellas agencias de turismo que trabajan con paquetes y viajes al extranjero. Según la Encuesta de Turismo Internacional (ETI), un 6,1 por ciento menos de turistas argentinos, salieron por los principales aeropuertos del país, en lo que fue el mes de julio, en relación al año pasado.

"La facturación de las agencias está un 40 por ciento por debajo que el año pasado. Hasta noviembre nos iba bien por la venta anticipada, debido a que la gente compraba en ese momento para viajar hasta un año después; por eso en los primeros meses del año no se notaba tanto la baja en volumen", explicó Fabricio di Giambattista, presidente de la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (FAEVYT).

"Desde enero ya no hay preventa anticipada y hay muy poca demanda, en un contexto donde el consumo cayó en general. Estamos en crisis y ya hubo 1.200 despidos en el sector”", precisó el representante de la entidad.

Según Di Giambattista, las bajas en las ventas no se debe únicamente al impuesto del 35 por ciento de recargo sobre la compra en el exterior, sino al incremento de los precios que se registra desde enero, lo que produce que la demanda caiga.

Según Arturo García Rosa, presidente de la consultora hotelera HVS para Sudamérica, desdoblar el tipo de cambio para el sector turístico sería una medida más que positiva para la actividad. “"Así se sostiene un dólar oficial para importar insumos que el país necesita y otro para el turismo, incluido el receptivo, y las operaciones inmobiliarias. Así se dejaría de impulsar todo el mercado negro, porque el mercado genera una gran informalidad”", concluyó.