El ePrix de la Fórmula E llegó a Buenos Aires y lo hizo a lo grande: con un circuito de 2.479 metros de extensión, la categoría eléctrica pionera en el mundo, incluyó para todos los presentes propuestas innovadoras como simuladores para el público, eKartings, eBikes, un “eDJ” con música en vivo, gastronomía y una muestra itinerante del uso benéfico de las energías limpias.

 

En el medio de Puerto Madero, se montó un eVillage abierto a todo el mundo. Uno de los aspectos más originales de la Fórmula E es la interacción que genera entre pilotos y espectadores a través del uso de su aplicación móvil y las redes sociales, donde el contacto con los pilotos era permanente y hasta había pautada una firma de autógrafos. Además de la competencia oficial, se realizó una Carrera de Periodistas (el viernes) y una Carrera de Celebridades en los autos de carrera “Fangio Spirit”.

 

Según datos de la organización, la asistencia de público fue de 17.000 personas en el Circuito de Puerto Madero, mientras que se estima que 23 millones de personas siguieron la transmisión televisiva, para 180 países.

 

Por segundo año consecutivo en nuestro país, esta categoría emergente va ganando adeptos y se posiciona como uno de los deportes más interesantes del mundo. Se cree que con los avances que se están registrando en la performance y la eficiencia de los motores, en el corto plazo se podrá disfrutar de carreras completas con una sola carga (ahora se realizan cambios de autos).

 

 

En la Fórmula E sólo se puede competir con motores 100% eléctricos y todos los diseños deben priorizar el mínimo impacto ambiental. Dentro de las cuestiones ambientales, se encuentra el tema de no generar muchos decibeles de ruido, ya que las carreras suelen ser en circuitos callejeros. Pero que la ausencia de ruido de motores a explosión no los confunda, las carreras de la Fórmula E son rápidas, dinámicas y muy competitivas.

 

Otra de las cuestiones que se tienen en cuenta para la programación de las carreras, es la logística necesaria para reducir al mínimo la huella de carbono, utilizando los medios de transporte más modernos y eficientes en cuanto al uso de combustibles fósiles. La toma de conciencia de esta iniciativa, incluye además charlas de especialistas en escuelas técnicas, sobre la necesidad de avanzar en el desarrollo de tecnologías de energía limpia.

 

 

Arrancó a la mañana con las vueltas clasificatorias y prácticas libres. A eso de las 16 horas arrancó la verdadera carrera, con los autos pasando a más de 170 km/h delante de los espectadores. Había pantallas gigantes para seguir lo que sucedía en otras partes de la pista.

 

Hubo un par de toques y trompos que terminaron con la salida del “Qualcomm Safety Car” para normalizar la pista, y un final emocionante en donde los primeros cinco autos peleaban por gritar campeón.

 

El suizo Sébastien Buemi (que arrancó en el puesto 18°), fue ganando pista hasta terminar en el 2° lugar y peleando con Sam Bird por el escalón más alto del podio, fue sin dudas uno de los protagonistas de la jornada.

 

Dos corredores de renombre integran la nómina de pilotos: Bruno Senna, sobrino del mítico Ayrton Senna, y Nicolas Prost, el hijo del legendario Alain Prost, quien fue durante muchos años el rival número uno de Ayrton Senna. Simona de Silvestro, por el momento la única mujer en la categoría, demuestra sobre su auto, que esta Fórmula E viene a hacer historia.